Como se sabe, Martin Amis ha aconsejado a la administración laborista instalar en las calles del Reino Unido cabinas donde los ancianos podrían poner fin a su penosa e inútil existencia, si así lo deseasen, ingiriendo dosis gratuitas de martini envenenado, con o sin guinda. ABC recogía la noticia esta misma semana, a la vez que se hacía eco de la indignación que ha levantado tanto la propuesta del escritor británico como su advertencia de que, en caso de no llevarse aquélla a la práctica, las ciudades se verán anegadas en breve por muchedumbres de horribles vejestorios enloquecidos. A mí, escandalizarse por esto me parece sencillamente de hipócritas.
Porque lo que Amis ha perpetrado no es un crimen, sino una soberbia sátira en la tradición de Jonathan Swift, que recomendaba, como solución para terminar con el hambre en Irlanda, comerse a los niños de los prolíficos labradores católicos de la isla, preparados al chilindrón y con guarnición de patata autóctona. Aunque anglicano, el dublinés Swift no pretendía exterminar niños papistas, sino llamar la atención de sus lectores británicos hacia la miserable situación de la población rural irlandesa mediante una parábola salvaje y tremebunda. El hecho de que, un siglo después, Irlanda se despoblase a consecuencia de la peor hambruna registrada en la Europa moderna demuestra que pinchó en hueso.
Martin Amis no es sólo uno de los mejores escritores vivos de lengua inglesa, sino un moralista de antología y un luchador insobornable contra todo atisbo de tiranía o totalitarismo, en la estela del mejor Orwell. (…)
Detrás de la provocación de Amis se adivina al autor de la saga viajera de Gulliver, pero también a Borges, el Borges de «Utopía de un hombre que está cansado», relato sobre un mundo próspero, igualitario y nihilista donde sus habitantes, al llegar a la vejez, se encaminan voluntariamente hacía la cámara letal inventada por «un filántropo cuyo nombre, creo, era Adolfo Hitler».
Ahora que los demógrafos nos predicen una Europa achacosa para dentro de sólo treinta años (...), la parábola gamberra del escritor inglés saca la discusión del terreno de la planificación burocrática y la lleva a donde le corresponde, a un presente (...) que pone a los viejos ante la alternativa de convertirse en objeto de beneficencia o en objeto de resentimiento por parte de frondas juveniles, ávidas y sindicalizadas, como se está comprobando ya en España ante las tentativas políticas de prolongar la edad laboral. La insolencia de Amis resulta tan feroz como valiente y oportuna, aunque, como siempre, cuando un dedo señala la catástrofe, los imbéciles se apresuran a amputarte la yema.
Porque lo que Amis ha perpetrado no es un crimen, sino una soberbia sátira en la tradición de Jonathan Swift, que recomendaba, como solución para terminar con el hambre en Irlanda, comerse a los niños de los prolíficos labradores católicos de la isla, preparados al chilindrón y con guarnición de patata autóctona. Aunque anglicano, el dublinés Swift no pretendía exterminar niños papistas, sino llamar la atención de sus lectores británicos hacia la miserable situación de la población rural irlandesa mediante una parábola salvaje y tremebunda. El hecho de que, un siglo después, Irlanda se despoblase a consecuencia de la peor hambruna registrada en la Europa moderna demuestra que pinchó en hueso.
Martin Amis no es sólo uno de los mejores escritores vivos de lengua inglesa, sino un moralista de antología y un luchador insobornable contra todo atisbo de tiranía o totalitarismo, en la estela del mejor Orwell. (…)
Detrás de la provocación de Amis se adivina al autor de la saga viajera de Gulliver, pero también a Borges, el Borges de «Utopía de un hombre que está cansado», relato sobre un mundo próspero, igualitario y nihilista donde sus habitantes, al llegar a la vejez, se encaminan voluntariamente hacía la cámara letal inventada por «un filántropo cuyo nombre, creo, era Adolfo Hitler».
Ahora que los demógrafos nos predicen una Europa achacosa para dentro de sólo treinta años (...), la parábola gamberra del escritor inglés saca la discusión del terreno de la planificación burocrática y la lleva a donde le corresponde, a un presente (...) que pone a los viejos ante la alternativa de convertirse en objeto de beneficencia o en objeto de resentimiento por parte de frondas juveniles, ávidas y sindicalizadas, como se está comprobando ya en España ante las tentativas políticas de prolongar la edad laboral. La insolencia de Amis resulta tan feroz como valiente y oportuna, aunque, como siempre, cuando un dedo señala la catástrofe, los imbéciles se apresuran a amputarte la yema.
JON JUARISTI, ABC. 31/1/10
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ResponderEliminar1. Organización de las ideas
ResponderEliminarNos encontramos ante un texto de estructura circular o de encuadre.
Está distribuido en cinco párrafos, el primero segundo y quinto de similar extensión y el tercero y cuarto son mas cortos.
El texto se puede dividir en tres partes:
1. La primera parte corresponde al primer párrafo. Aquí expone la tesis principal situada en la última línea "Escandalizarse por esto me parece de hipócritas".
Habla del consejo de Martín Amis hacia la administración británica de ofrecer un lugar, concreta-mente cabinas, donde las personas mayores puedan acabar con su vida. Dicho consejo ha causado una gran indignación.
2. La segunda parte consta de los párrafos segundo, tercero y cuarto. Nombra a dos escritores que también usan sátiras para denunciar hechos. Como Jonathan Swift para llamar la atención de sus lectores sobre el hambre en Irlanda y Borges que la utiliza para denunciar el sistema de Hitler.
3. La tercera parte corresponde al tercer párrafo, donde comenta el caso de España en referencia a la prolongación de la edad laboral, y vuelve a mencionar a las personas mayores que se están viendo forzados a convertirse en objeto de beneficencia o ser una molestia para los jóvenes.
Utiliza el término "imbéciles" para referirse a aquellos que intentan hacer callar a quien denuncia esas barbaridades.
Ana Belén Pardo (2º Bachillerato B)
RESUMEN DEL TEXTO "SÁTIRAS":
ResponderEliminarEl escritor Martin Amis ha propuesto a la administración británica una manera de acabar con el problema del envejecimiento de la población. Es una sugerencia satírica que ha provocado reacciones escandalizadas que son hipócritas. Escritores como J. Swift o Borges ya realizaron sátiras de este tipo, denunciando graves injusticias sociales. Lo que pretendía Amis era denunciar la grave situación de la población anciana por medio de una enorme y valiente ironía. Quienes han reaccionado en contra son calificados de "imbéciles".
TEMA DEL TEXTO "SÁTIRAS":
ResponderEliminarLa valiente sátira de Martin Amis sobre el envejecimiento de la población provoca una indignación hipócrita.
TEMA DEL TEXTO "SÁTIRAS":
ResponderEliminarPresentamos dos enfoques del tema (el primero más general; el segundo más particular):
a) La sátira como artificio efectivo y valiente para denunciar los problemas de la sociedad.
b) Sátira de Martín Amis sobre una población de personas mayores y la hipocresía de la sociedad.
Ana Belén Pardo (2ºBACH-B)
RESUMEN:
ResponderEliminarEl escritor Martin Amis ha aconsejado a la administración británica una manera de acabar con el problema de las personas mayores: instalar cabinas donde pueden poner fin a sus existencias. A Juaristi, la escandalización de algunos ante esta propuesta en clave de sátira le parece de hipócritas. Escritores como Jonathan Swift o Borges también usaron el género satírico para denunciar injusticias. Y el caso que Amis denuncia es cada vez más grave y actual (en España, sin ir más lejos, el problema del incremento de edad laboral pone a la persones mayores como objeto de beneficencia). Quienes reaccionan en contra de esta manera de crítica que pretende denunciar para arreglar la situación, son calificados de "imbéciles".
Ana Belén Pardo (2ºBACH-B)
COMENTARIO CRÍTICO DEL TEXTO "SÁTIRAS":
ResponderEliminarNos encontramos ante un texto periodístico, publicado en el periódico de tirada nacional "ABC", firmado por Jon Juaristi. Trata un tema de actualidad, ya que los problemas de las personas mayores en la sociedad están a la orden del día.
El escrito es totalmente subjetivo y despliega una argumentación para defender la sátira, artificio literario que usa la ironía mordaz para denunciar problemas e injusticias sociales.
La sátira utilizada por Amis me parece muy llamativa, pues inventa un ejemplo impactante para denunciar un problema real: el envejecimiento de la población y la falta de soluciones del sistema para abordarlo. La ironía de la cabina de suicidio es, sencillamente, brutal. Al igual que Jonathan Swift, que proponía una “solución” un tanto macabra para las hambrunas en Irlanda (y el tiempo le dio la razón); o Borges, que denunciaba el nazismo en un relato, de forma irónica, con esos personajes que caminaban, “voluntariamente”, hacia la cámara de gas.
Es evidente que las propuestas dadas por estos escritores no están formuladas al pie de la letra, no son soluciones en sí, sino sátiras que hay que leer con inteligencia y que despiertan nuestro sentido crítico. La ironía es un mecanismo de denuncia subjetivo que, a veces, permite llegar al fondo del asunto de manera más eficaz que la aparente información objetiva (que puede estar manipulada, sesgada, tergiversada…).
Finalmente, hay que destacar que Juaristi hace alusión a España y a la subida de la edad laboral, medida que me parece excesiva. Deja entrever que, si seguimos por este camino, los ancianos acabarán siendo vistos como estorbos de la sociedad.
En conclusión, todos los argumentos usados por el autor y los datos aportados son acertados para reflexionar sobre la problemática planteada, y un texto que nos hace reflexionar siempre es enriquecedor.
Ana Belén Pardo (2ºBACH-B)